DOMINGO IV DE PASCUA-CICLO C. 

 




 

DOMINGO IV DE PASCUA-CICLO C. 

 

 

 
 

 En cada Eucaristía celebramos y actualizamos el “único Sacrificio de Cristo en la Cruz” por cada uno de nosotros… En el fondo, prolongamos el Misterio de la Encarnación y el abajamiento de Dios por cada uno de nosotros, porque, “la Sagrada Eucaristía culmina la iniciación cristiana. Los que han sido elevados a la dignidad del sacerdocio real por el Bautismo y configurados más profundamente con Cristo por la Confirmación, participan por medio de la Eucaristía con toda la comunidad en el Sacrificio mismo del Señor” (CIC 1322).

 

Guión litúrgico y esquema del IV Domingo de Pascua-ciclo C. 

 

 
 
 


 

DOMINGO IV DE PASCUA-CICLO C.


MONICIÓN DE ENTRADA: 

Bienvenidos todos a la Eucaristía. Este domingo suele llamarse el “domingo del buen pastor”. Jesús se hace presente en la comunidad por medio del sacerdote, por el que vamos a rezar hoy de una manera especial.

En la Iglesia hay un único pastor, el Buen Pastor, que es Jesucristo. El es el  Pastor que nos guía y ha dado su vida por nosotros, que nos ama más que nadie y nos invita a la eucaristía. El es el Buen pastor, que nos conoce por nuestro nombre, nos ama más que nadie y nos invita a la eucaristía.

 

MONICIÓN A LA PRIMERA LECTURA (Hch 13,14.43-52

Jesús es el pastor universal, que busca a todos los hombres, sean de la nación que sean. Para él no hay distinción entre los hombres. Por eso, desde el principio, los apóstoles se dedicaron a predicar a todos.

MONICIÓN A LA SEGUNDA LECTURA (Ap 7,9.11-17)     

Juan vio sobre el monte un cordero, que había sido sacrificado, pero estaba vivo. Representaba a Jesucristo, el Cordero de Dios, que es al mismo tiempo nuestro pastor.

MONICIÓN AL EVANGELIO (Jn 10, 27-30):

            Jesús es el verdadero pastor anunciado por los profetas. Jesús es la puerta. Jesús, haciendo ver el valor significativo de sus obras, proclama su unión íntima, única, con el Padre. El que ama a Jesús va tras él, como una oveja sigue a su pastor.

 

PETICIONES:

1.-Para que la paz y la justicia se extiendan en cada rincón de la tierra. Roguemos al Señor.

2.-Para que la Iglesia tenga sacerdotes y surjan vocaciones entre los jóvenes cristianos. Roguemos al Señor.

3.-Para que el Papa, los obispos y todos cuantos tienen una misión pastoral, sigan las huellas de Cristo, que está en medio de nosotros como el que sirve. Roguemos al Señor.

4.-Para que los gobernantes estén siempre atentos a las necesidades de sus pueblos. Roguemos al Señor.

5.-Para que nuestras familias sean bendecidas.  Roguemos al Señor.

6.-Para que todos nos sintamos responsables los unos de los otros. Roguemos al Señor.

7.-Para que todos los enfermos reciban la ayuda necesaria y unan sus sufrimientos a la Pasión de Cristo. Roguemos al Señor.

MONICIÓN A LAS OFRENDAS:

PAN: Señor, queremos que tu Espíritu nos haga ser pan partido y entregado para los demás. Ayúdanos a ser consuelo para el necesitado y consuelo para el triste.

VINO: Señor, queremos que tu Espíritu nos ayude a ser ofrenda agradable a Ti con nuestra fe y entrega desinteresada a los demás.

PADRE NUESTRO

El pueblo que caminaba en tinieblas vio una luz intensa. Habitaban tierras de sombras y una luz les brilló. Decía una voz: Grita. Di a las ciudades de Judá: «Aquí está vuestro Dios», el Dios de la paz, el Dios de la alianza, el Dios de Jesucristo”.

          Decía que el Dios vivo es el Dios de nuestros padres, el Dios de la vida, ante quién sólo era necesario descalzar el alma.

 

MEDITACIÓN ( Lope de Vega)

Pastor, que con tus silbos amorosos

me despertaste del profundo sueño,

Tú me hiciste cayado de ese leño

en que tiendes tus brazos poderosos.

Vuelve los ojos a mi fe, piadosos,

pues te confieso por mi amor y dueño

y la palabra de seguir empeño

tus dulces silbos y tus pies hermosos.

¡Oye, Pastor, que por amores mueres!

No te espante el rigor de mis pecados.

Pues tan amigo de rendidos eres,

espera, pues, y escucha mis pecados.

Pero, ¿cómo te digo que me esperes

si estás, para esperar, los pies clavados?

Pautas de la Homilía.

INICIO.:

1.-Nos reunimos en el nombre del Señor.                                                          

 2.-Hoy celebramos el IV domingo de Pascua, el domingo de Jesucristo, el Buen Pastor.                    

DESARROLLO:

1.-Hemos leído en la primera lectura un trozo de los Hechos de los Apóstoles:

*Los apóstoles intentan realizar la misión que Jesús les había confiado: reunir a “las doce tribus de Israel”

*En esta perspectiva universal de la salvación traído por Jesucristo, la primera Iglesia comprende la incorporación de los paganos a la comunidad cristiana, seducidos por el testimonio de vida.

*Esta universalidad del Evangelio conducirá pronto a la ruptura con el Judaísmo, del que los primeros cristianos tenían conciencia de ser herederos.

*También nosotros somos invitados a reconocer la universalidad de la salvación  y dar testimonio de la fe, anunciando y evangelizando con palabras y obras.

2.-La segunda lectura está sacada del Apocalipsis, el último libro de la Biblia.

*El autor describe de manera simbólica la historia del mundo para mostrar que, detrás de los acontecimientos, habita la presencia de Dios y de Cristo.

*La confianza de los cristianos en la salvación final se refuerza con la visión de la gloria que han alcanzado los mártires del pasado y otros hombres venidos de todas partes

*La salvación desborda las fronteras de Israel y estos elegidos participan del mundo nuevo en que ha desaparecido el mal.

*La esperanza en este triunfo nos ayuda a los cristianos a afrontar las dificultades y los retos de nuestra hora.

3.-El evangelio de San Juan nos presenta a Jesús como el Buen pastor, el verdadero pastor de las ovejas.

*Jesús es el verdadero pastor anunciando por los profetas del Antiguo Testamento.

*Jesús es la puerta: hay que pasar para entrar.

*Jesús da su vida por sus ovejas a las que ama.

*Ha venido a reunir a todos los hombres en un único rebaño.

*Toda su obra, hasta el don de sí mismo, es una respuesta libre a la llamada del Padre.

*Jesús nos invita a una experiencia íntima de encuentro con él: “Yo conozco a mis ovejas y ellas escuchan mi voz y me siguen”

FINAL: 

1.-Supliquemos al Espíritu Santo que venga sobre nosotros y nos ayude a vivir con intensidad la universalidad de la salvación y la urgencia del apostolado en el momento actual.

2.-Abramos nuestro corazón al Señor para que nos conceda crecer en la fe, la esperanza y la caridad, sabiendo que la esperanza en el triunfo final de Dios nos debe ayudar a afrontar las dificultades y los retos de nuestra hora.

3.-Intensifiquemos nuestro encuentro íntimo con Jesucristo, el buen pastor, y podamos conocerlo más, escucharlo más y seguirlo con más autenticidad.

4.-Imploremos la intercesión de la Virgen María que nos enseñe siempre a decir SI.

NAZARET. 

DE INTERÉS.

 

                         

 

 
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