SOLEMNIDAD DE TODOS LOS SANTOS-CICLO B.

 




 

SOLEMNIDAD DE TODOS LOS SANTOS-CICLO B.

 

 

 En cada Eucaristía celebramos y actualizamos el “único Sacrificio de Cristo en la Cruz” por cada uno de nosotros… En el fondo, prolongamos el Misterio de la Encarnación y el abajamiento de Dios por cada uno de nosotros, porque, “la Sagrada Eucaristía culmina la iniciación cristiana. Los que han sido elevados a la dignidad del sacerdocio real por el Bautismo y configurados más profundamente con Cristo por la Confirmación, participan por medio de la Eucaristía con toda la comunidad en el Sacrificio mismo del Señor” (CIC 1322).

 

Guión litúrgico y esquema homilético de la celebración Eucarística de la Solemnidad de todos los Santos-ciclo B.

 

 
 
 


 

SOLEMNIDAD DE TODOS LOS SANTOS-CICLO B.

 

 

MONICIÓN DE ENTRADA:

         

Bienvenidos a la Eucaristía en este día de Solemnidad en honor de todos los santos.

Los santos son los mejores hijos e hijas de la Iglesia, que murieron en Cristo y con él ya han sido glorificados.

Su vida y su ejemplo son bendición, consuelo y fortaleza para todos nosotros, Iglesia peregrina, que caminamos hacia la Casa del Padre.

MONICIÓN A LA PRIMERA LECTURA (Ap 7,2-4.9-14)

 Los primeros cristianos estaban sumidos en el desconcierto ante las persecuciones por el Imperio Romano. San Juan aporta un mensaje de esperanza.

Los que han seguido a Jesús en la prueba, triunfan ya para siempre. Llegados de todas partes, dan gloria a Dios.

MONICIÓN A LA SEGUNDA LECTURA (1 Jn 3, 1-3)

 El Padre nos ama. Abriéndonos a su amor, somos transformados. Somos hijos de Dios y eso se manifestará plenamente un día. El triunfo del Señor se revelará entonces en sus elegidos.

 MONICIÓN AL EVANGELIO (Mt 5,1-12a))

Las bienaventuranzas constituyen un discurso programático de Jesús y camino auténtico de santidad.

Jesús nos recuerda con las Bienaventuranzas que la vida vivida en la perspectiva del Reino cambia completamente de sentido.

PETICIONES:  

1.-Por la Iglesia universal, para que viviendo en plenitud el Evangelio de Jesús, lo comunique y extienda al mundo entero. ROGUEMOS AL SEÑOR.

2.-Por el Papa, los obispos y nuestros sacerdotes, para que sean auténticos servidores del Evangelio según el Espíritu de Cristo. ROGUEMOS AL SEÑOR.

3.-Por todos los que creemos en Cristo, para que, vivamos con urgencia la llamada a la santidad. ROGUEMOS AL SEÑOR.

4.-Por todos los jóvenes, para que descubran el significado de vivir comunitariamente nuestra fe y se sientan integrados en la Iglesia. ROGUEMOS AL SEÑOR.

5.-Por el fruto de la Palabra de Dios, para que nos renueve en la vida cristiana y haga más visible el espíritu de familia entre los que formamos Iglesia. ROGUEMOS AL SEÑOR.

6.- Por los pobres de espíritu, por los misericordiosos, los pacíficos, los afables, los perseguidos, los limpios de corazón se sientan dichosos y los privilegiados de Dios. ROGUEMOS AL SEÑOR.

 

  MONICIÓN A LAS OFRENDAS:  

Cristo no tiene manos, tiene sólo nuestras manos para construir un mundo nuevo donde habite la justicia.

Cristo no tiene pies, tiene sólo nuestros pies para poner en marcha a los oprimidos por el camino de la libertad.

Cristo no tiene labios, tiene sólo nuestros labios para proclamar el evangelio a todas las personas. Cristo no tiene medios, tiene sólo nuestra acción para lograr que todos los hombres sean hermanos.  

 

MEDITACIÓN

Peregrinos del reino celeste,

hoy, con nuestras plegarias y cantos,

invocamos a todos los santos,

revestidos de cándida veste.

 

Éstos son los que a Cristo siguieron,

y por Cristo la vida entregaron,

en su sangre de Dios se lavaron,

testimonio de amigos le dieron.

 

Sólo a Dios en la tierra buscaron,

y de todos hermanos se hicieron.

Porque a todos sus brazos se abrieron,

éstos son los que Dios encontraron.

 

Desde el cielo, nos llega cercana

 su presencia y su luz guiadora:

Nos invitan, nos llaman ahora,

compañeros seremos mañana.

 

Animosos, sigamos sus huellas,

nuestro barro será transformado

 hasta verse con Cristo elevado

junto a Dios en su cielo de estrellas.

 

Gloria a Dios, que ilumina este día:

gloria al Padre, que quiso crearnos,

gloria al Hijo, que vino a salvarnos,

y al Espíritu que él nos envía. Amén.

(Himno del oficio de Lectura de la Solemnidad de todos los santos)

Pautas de la Homilía.

1.-Celebramos la Solemnidad de todos los Santos.

2.-Contemplamos a la Iglesia celeste, que goza ya plenamente del triunfo pascual de Cristo, y que intercede por nosotros, presidida por la Virgen María.

3.-Ellos gustan de la visión de Dios y nos enseña a desear y esperar ese triunfo.

4.-Nos invita a crecer en la comunión espiritual con todos los santos, los mejores hijos e hijas de la Iglesia, que nos han precedido en el camino de la fe. 

DESARROLLO:

1.-En la primera lectura, se nos invita a tomar conciencia de que la salvación ya está presente, y está destinada a una gran muchedumbre; es decir, tiene una dimensión universal.

*La salvación traída por Cristo está abierta a todos, especialmente a los sometidos a la persecución. Ellos son el grupo marcado con el sello de Dios vivo.

*La salvación alcanza  a toda la plenitud del nuevo pueblo de Dios renovado.

2.-En la segunda lectura, se nos recuerda que el distintivo que permite reconocer al que ha nacido de Dios es la capacidad de obrar la justicia y no tener pecado.

*Somos invitados a tomar conciencia de nuestra filiación divina: «somos hijos de Dios».

*Esta filiación divina, «ser hijos en el Hijo Jesús», debe de expresarse en claves de amor y de fe.

3.-Las bienaventuranzas son el discurso programático de Jesús.

*Jesús formula la santidad evangélica, reconociendo a un pueblo redimido que alaba y glorifica al Dios Santo.

*Nos anima a la Iglesia terrestre, peregrina en la tierra hacia la casa del Padre, a vivir su programa, concretado en las Bienaventuranzas, como los santos y María:

-a los que lloran les corresponde el consuelo de Dios.

-a los humildes Dios le entregará la tierra, es decir, el cielo.

-a los que tienen hambre y sed de justicia, Dios los saciará.

-a los que tienen un corazón misericordioso, Dios se mostrará misericordioso.

-a los que tienen un corazón limpio, Dios se mostrará limpio y puro.

-a los que construyen la paz, Dios los tomará como hijos.

 

FINAL:

1.-Vivamos el Misterio de la Iglesia entera, (peregrina, purgante y celeste), y anhelemos el don precioso de la santidad.

2.-Sintámonos, viviendo las bienaventuranzas, como hijos queridos de Dios.

3.-Abrámonos al amor de Dios, a imitación de María y todos los santos, para vivir con alegría la santidad, cumpliendo la voluntad de Dios siempre.

 

 





 
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