DOMINGO DE RAMOS-CICLO C.

 

 

 

 




DOMINGO DE RAMOS-CICLO C.

 

 

 En cada Eucaristía celebramos y actualizamos el “único Sacrificio de Cristo en la Cruz” por cada uno de nosotros… En el fondo, prolongamos el Misterio de la Encarnación y el abajamiento de Dios por cada uno de nosotros, porque, “la Sagrada Eucaristía culmina la iniciación cristiana. Los que han sido elevados a la dignidad del sacerdocio real por el Bautismo y configurados más profundamente con Cristo por la Confirmación, participan por medio de la Eucaristía con toda la comunidad en el Sacrificio mismo del Señor” (CIC 1322).

 

Guión litúrgico y esquema del Domingo de Ramos-ciclo C.

 

 
 
 


 

DOMINGO DE RAMOS-CICLO C.

 

 

BENDICIÓN DE RAMOS:

*MONICIÓN DE ENTRADA:  

        Entramos en la Semana Santa, en los días que gozan del calificativo de “santo”. Son días benditos en los que la misericordia de Dios  se hace más accesible al hombre. La Semana Santa constituye la celebración culminante de todo el ciclo litúrgico, a la vez, que es meta obligada donde desemboca toda la práctica y vivencia cuaresmal.

       Contemplamos a Cristo que entra en Jerusalén en un burro y es proclamado como Hijo de David por sus seguidores.

 Que estos días sintamos la fuerza de Dios para unirnos a Cristo, muerto y resucitado.

*ORACIÓN:(del Misal)

*BENDICIÓN DE RAMOS: (del Misal)

*ACLAMACIONES:

– Como una doncella vestida  de novia de novia  coronada con flores de nardos, vienen tus discípulos a verte, y a iniciar tu pascua con cantos.

RESPONDEN  todos: GLORIA Y HONOR.

–  Ibas como vencedor de la guerra, pero le cantan a  tus heridas de muerte.  Tú, Señor, eres nuestro Rey, y sobrevivirás sobre la propia muerte.

RESPONDEN todos: GLORIA Y HONOR.        

 -Tu, que amas a tu pueblo, te complaces con la gloria de Jerusalén. Bendícenos Señor, con tu divina misericordia y acógenos en tu seno, como a hijos santos.

 RESPONDEN  todos: GLORIA Y HONOR.

*PADRE NUESTRO:

*MONICION A LA PROCESION: 

    El domingo de Ramos, fundamentalmente es un domingo como todos los domingos del año. Se celebra el hecho de la Resurrección del Señor, su victoria. En particular, la procesión es como una aclamación ante la victoria del Señor, cosa que celebramos también cada domingo.

           La narración de la pasión subraya el aspecto de que la victoria de Cristo, se obtiene a través del sufrimiento y la muerte.

           Las palmas y los ramos, signos populares de victoria, manifiestan que la muerte en la cruz es camino de victoria, por cuanto esa muerte destruyó la muerte.

           Con la procesión que vamos a realizar, se trata de celebrar la entrada mesiánica del Señor en su triunfo Pascual a través de la muerte. La procesión, por lo tanto, no tiene simplemente la finalidad de recordar un hecho histórico pasado; sino hacer una solemne procesión de fe en la que la cruz y la muerte de Cristo son, en definitiva, la victoria.

           Al bendecid los ramos, no se pretende dar unos objetos benditos que aguardamos, sino aclamar con ellos a Cristo en la procesión. Como la muchedumbre que acompañaba a Jesús, acompañaremos también nosotros con júbilo al Señor.

*PROCESIÓN: cruz, ciriales, sacerdote, pueblo.

*CANTOS:

(LLEGADA A LA PARROQUIA)

*ORACION COLECTA:

MONICIÓN A LA PRIMERA LECTURA (Is 50,4-7):

    Este tercer poema del Siervo de Yahveh le presenta como maestro experimentado en el dolor y en todo tipo de humillaciones. El ha recibido todos los golpes y salivazos. El ha aguantado todos los insultos. Pero no se vino abajo, porque “el Señor me ayudaba”.

   Por eso, porque ha pasado por el sufrimiento, podrá consolar a todos “los abatidos”, podrá confortar a todos los que siguen sufriendo.

SALMO 21 (Salm 21,8-9.17-24):

MONICIÓN A LA SEGUNDA LECTURA (Flp 2, 6-11)

   Cristo nos salva desde dentro. Es la ley de la encarnación llevada hasta sus últimas consecuencias. En este gran himno a Cristo se canta primero los descensos del Hijo de Dios. Llegó hasta el fondo, hasta la raíz más dramática de nuestros males, hasta la muerte injusta y pavorosa de la cruz.

       Pero también canta el movimiento pascual, la restauración de la negatividad, la ascensión victoriosa, impulsada por las fuerzas del Espíritu y del amor.

MONICIÓN AL EVANGELIO (Lc 23,1-49)    

  La pasión de nuestro señor Jesucristo según san Lucas empieza con la manifestación de un gran deseo: “He deseado enormemente comer esta comida pascual con vosotros”. Esta comida iba a ser como la última y la primera. Termina con una palabra de entrega y de confianza: “Padre, a tus manos encomiendo mi Espíritu”.

El triunfo de la obediencia y el amor.  

*LECTURA DE LA PASION A TRES VOCES:

*HOMILIA:

*PROFESION DE FE:

PETICIONES:  

          Unamos nuestras súplicas a la oración de Cristo que clamó al Padre con angustia y confianza y que no deja de interceder por nosotros:

1.- Para que todos los pueblos y ciudades abran sus puertas a Cristo. 

Oremos. Bendito el que viene en nombre del Señor.

2.-Para que cesen en los pueblos la violencia y las guerras.

Oremos. Bendito el que viene en nombre del Señor.

3.- Para que aumenten en la sociedad las asociaciones que defienden y trabajan por la paz.

Oremos. Bendito el que viene en nombre del Señor.

4.- Para que la Iglesia sea humilde y pacificadora.

Oremos.Bendito el que viene en nombre del Señor.

5.- Para que las celebraciones de Semana Santa nos hagan participar de la pasión y la resurrección de Jesucristo.

Oremos.Bendito el que viene en nombre del Señor.

6.- Para que abramos nuestras puertas a Cristo.

Oremos.Bendito el que viene en nombre del Señor.

 Oremos: atiende, Padre, nuestras súplicas, por la pasión de tu Hijo, que intercede por nosotros.

MONICIÓN A LAS OFRENDAS:

Pan, vino, cruz revestida de olivo y canastillas.

«Señor,con el pan y el vino te presentamos nuestra vida. Haz de nosotros un instrumento de tu paz. Donde hay odio, que yo ponga amor. Donde haya ofensas, que yo ponga perdón. Donde haya discordia, que yo ponga verdad.   Donde haya duda, que yo ponga fe. Donde haya desesperanza, que yo ponga esperanza.   Donde haya tinieblas, que yo ponga luz. Donde haya tristeza, que yo ponga alegría».

PADRE NUESTRO

   Queremos decirte, querido Padre Dios, que nos hagas imagen de tu Hijo Jesús y nos ayudes a ponernos en tus manos  con entera confianza.

MEDITACIÓN (CARDENAL NEWMAN)

El pueblo que fue cautivo y que tu mano libera   no encuentra mayor palmera ni abunda en mejor olivo. 

Viene con aire festivo para enramar tu victoria,   y no te ha visto en su historia, Dios de Israel, más cercano:  ni tu poder más a mano ni más humilde tu gloria. 

¡Gloria, alabanza y honor!  Gritad: «¡Hosanna!», y haceos, como los niños hebreos, al paso del Redentor.

¡Gloria y honor al que viene en el nombre del Señor! Amén.

Pautas de la Homilía.

INICIO. 

1.-Con la entrada triunfal de Jesús en Jerusalén se inicia la gran semana cristiana, la Semana Santa, la Semana de la pasión, muerte y Resurrección del Señor.

*Jesús hace su entrada en la ciudad Santa de Jerusalén para cumplir lo que había sido anunciado por los profetas, especialmente la profecía de Zacarías: “Digan a la hija de Sión. Mira que tu rey viene hacia ti, humilde y montado sobre un asno”

DESARROLLO:

1.-Los judíos veían representados al pueblo de Israel en el “Siervo de Yahvé”, un pueblo perseguido e incomprendido por los otros pueblos.

*Los cristianos vemos en el Siervo de Yahvé, que hemos escuchado en la primera lectura, el anticipo y el reflejo de Jesucristo, el Mesías sufriente, que en la cruz recibe insultos y que ofrece la espalda a los que le golpean.

*Jesús entrega su vida para cumplir la voluntad del Padre y para salvar a los hombres, a pesar del sufrimiento, abandono y angustia, como se refleja en el salmo 21.

2.-San Pablo canta en la segunda lectura un himno dedicado a los cristianos de Éfeso: Cristo se hace obediente hasta la muerte, se vacía de sí mismo y toma la condición de esclavo. Entrega toda su vida hasta la muerte, y una muerte de cruz.

*El anonadamiento de Cristo es la puerta que conduce a la glorificación.

*Por la cruz se llega a la luz.

3.-La lectura de la Pasión de San Lucas nos presenta toda la Pasión y el sufrimiento de Cristo por entrega y por fidelidad al Padre, y por amor a los hombre.

*Un relato concreto, directo, narración sencilla y clara.

*En ese drama de Jerusalén, se condensa y se desencadena la salvación nuestra: Todo por nosotros. Todo por amor, Todo por mí.

FINAL:

1.-Que estos días santos nos ayuden a unirnos más a Cristo.

2.-Que estos días santos nos comprometan más en nuestro apostolado y en nuestra entrega a los demás.

3.-Que esta Eucaristía sacia nuestra hambre de felicidad y nuestra hambre de Dios.

 





 
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