XXX DOMINGO DEL TIEMPO ORDINARIO- CICLO B.

 




 

XXX DOMINGO DEL TIEMPO ORDINARIO- CICLO B.

 

 

 En cada Eucaristía celebramos y actualizamos el “único Sacrificio de Cristo en la Cruz” por cada uno de nosotros… En el fondo, prolongamos el Misterio de la Encarnación y el abajamiento de Dios por cada uno de nosotros, porque, “la Sagrada Eucaristía culmina la iniciación cristiana. Los que han sido elevados a la dignidad del sacerdocio real por el Bautismo y configurados más profundamente con Cristo por la Confirmación, participan por medio de la Eucaristía con toda la comunidad en el Sacrificio mismo del Señor” (CIC 1322).

 

Guión litúrgico y esquema homilético de la celebración Eucarística del Domingo XXX-ciclo B.

 

 
 
 


 

XXX DOMINGO DEL TIEMPO ORDINARIO- CICLO B.

 

MONICIÓN DE ENTRADA:

                     El mensaje central de la predicación de Jesús es el anuncio de la llegada del Reino de Dios, es decir, “el señorío que Dios ejerce sobre el hombre y toda su creación para colmarlo de su paz, de su luz, de su justicia y de su felicidad”

        Los cristianos pedimos la llegada definitiva de ese Reino, y trabajamos porque el Reino de paz, de justicia y de felicidad sea una realidad presente entre nosotros.

        La Eucaristía es sacramento de ese reino, ya que significa y realiza la presencia de Jesucristo entre nosotros. Preparémonos con alegría a esta celebración.

MONICIÓN A LA PRIMERA LECTURA (Jer 31, 7-9 )

 El profeta Jeremías que anuncia la decadencia, proporciona sin embargo un poco de esperanza, habrá entonces un tiempo de alegría marcado por el anuncio de salvación que Dios traerá a su pueblo.

MONICIÓN A LA SEGUNDA LECTURA (Heb 5, 1-6  )

  En contraste con el sumo sacerdote judío, Jesús fue iluminado por la gloria misma de Dios, de ahí que él y solo él sea el verdadero intermediario entre Dios y el hombre, es el sacerdote perfecto.

MONICIÓN AL EVANGELIO (Mc 10,46-52)

Cuando Jesús emprendió la última etapa hacia Jerusalén llevó consigo al ciego Bartimeo que había recobrado la vista; fue un ejemplo equiparado al que hemos oído en la primera lectura de este domingo.

     

PETICIONES:  

  1. Por aquellas personas que no ven clara su vida ni el camino de la verdad, para que Dios los ilumine. ROGUEMOS AL SEÑOR.

  2. 2.Por aquellas personas que no quieren ver al mundo ni a sí mismos, encerrándose en sus ideas preconcebidas o en su desesperación, para que el Señor le enseñe el camino de la fe. ROGUEMOS AL SEÑOR.

  3. Para que el Señor suscite vocaciones misioneras en la Iglesia.  ROGUEMOS AL SEÑOR                                      

  4. Para que cuando encontremos en la calle algún necesitado recordemos siempre que también es nuestro hermano e hijo de Dios. ROGUEMOS AL SEÑOR.

  5. Para que inmigrantes sean acogidos como hijos de Dios. ROGUEMOS AL SEÑOR.

  6. Por todos nosotros que seamos capaces de cumplir todo lo que hemos estado pidiendo al Señor. ROGUEMOS AL SEÑOR.

 

  MONICIÓN A LAS OFRENDAS:  

 Señor, con el pan y el vino queremos ofrecerte nuestra vida y decirte: a quienes somos cobardes, danos tu valentía; a quienes somos hipócritas, danos tu sinceridad de vida; a quienes somos egoístas y envidiosos, danos tu entrega; a quienes somos insensibles, danos tu vivencia sobre tu Padre. SEÑOR, HAZNOS OFRENDAS DE AMOR Y DE CONVERSIÓN

PADRE NUESTRO

   Con el Padre nuestro queremos Padre de Jesús ponernos en tus manos y decirte que hagas de cada uno de nosotros lo que quieras. Queremos decirte que nos hagas imagen de tu Hijo Jesús y nos ayudes a ponernos en tus manos.

MEDITACIÓN. MADRE TERESA DE CALCUTA

1.- La vida sin amor no vale nada; 

La justicia sin amor  te hace duro.

+La inteligencia sin amor te hace hipócrita;

la fe sin amor te hace fanático.

 2.- Sed bondadosos, generosos, comprensivos.

+Que todos los que se acerquen a vosotros sean mejores y más felices.

 3.-Sed la expresión viva de la bondad de Dios,  bondad en la cara, bondad en los ojos, bondad en la sonrisa, bondad en vuestro saludo, Cordial y afectuoso.

Pautas de la Homilía.

INICIO.   

1.-Cada Eucaristía es una prolongación de la entrega de Cristo por cada uno de nosotros, una prolongación del Misterio de la Encarnación.

2.-Cada Eucaristía hay que enmarcarla en el dinamismo del amor de Dios a la humanidad.

DESARROLLO:  

1.-Las palabras de Jeremías son un canto a la esperanza.

*El profeta Jeremías, que anuncia la decadencia de Israel, proporciona, un poco de esperanza, cuando, en el año 622, el rey Josías emprende una reforma religiosa y moral.

*En esta reforma, el profeta ve el anuncio de la salvación que Dios traerá un día a todo su pueblo: ese día desaparecerá toda miseria y enfermedad. Los cojos andarán y los ciegos verán.

*El pueblo en el exilio recibe el anuncio de que se acerca su liberación.

*Una gran multitud retorna. El Señor es fiel a su pueblo, y es como un padre para Israel.

2.-La carta a los Hebreos profundiza en el sacerdocio de Jesucristo.

*en contraste con el Sumo Sacerdote judío, pecador entre los pecadores, Jesús fue iluminado por la gloria de Dios, y se ofrece a sí mismo, siendo inocente, por los pecados del pueblo.

*Jesucristo es el único intermediario entre Dios y los hombres, el sacerdote perfecto.

*Su sacerdocio es distinto al de la institución de Moisés, y lo remite a Melquisedec, al que Abrahám rinde homenaje. El sacerdocio de Jesús no caduca con la muerte.

3.-El pueblo de la Nueva Alianza experimenta que Dios salva.

*Jesús pasa por Jericó, y allí un hombre, Bartimeo, tiene un encuentro con Él. La sanación del ciego es el último milagro de Jesús en el Evangelio de San Marcos.

*El ciego Bartimeo simboliza la nueva humanidad, que es redimida y salvada en Cristo. El evangelio presente a Bartimeo como un verdadero discípulo que «ha visto» a Jesús como el Mesías de la compasión.

*Jesús le pregunta al ciego, la misma pregunta que le hizo a los «hijos del Zebedeo»: ¿Qué quieres que haga por ti?: El ciego Bartimeo quiere curarse y quiere ver (recibir el don de la fe y vivir en plenitud), a diferencia de los «hijos del Zebedeo», que desean sentarse a la derecha y a la izquierda de Jesús en su Reino (honor, poder, prestigio)

*Jesús le cura porque tiene mucha fe: “Anda, tu fe te ha curado”

*¿Qué le pedimos al Señor? ; ¿Qué queremos ver a nuestro alrededor?…

FINAL:

 1.-Repitamos interiormente que la salvación nos viene de Cristo, y que estamos llamados a reforzar la esperanza.  

2.-Pidamos al Espíritu Santo que nos ayude a revitalizar nuestra vocación bautismal y nuestro sacerdocio común.

3.-Anhelemos en esta Eucaristía a Jesucristo, que puede sacarnos de nuestra ceguera.

4.-Miremos a la Virgen María que nos enseñe cómo tener sentimientos de verdadero discípulo.

 

 





 
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