SOLEMNIDAD DEL CORPUS CHRISTI-CICLO C.

 

 

 

 

 




SOLEMNIDAD DEL CORPUS CHRISTI-CICLO C.

 

 

 En cada Eucaristía celebramos y actualizamos el “único Sacrificio de Cristo en la Cruz” por cada uno de nosotros… En el fondo, prolongamos el Misterio de la Encarnación y el abajamiento de Dios por cada uno de nosotros, porque, “la Sagrada Eucaristía culmina la iniciación cristiana. Los que han sido elevados a la dignidad del sacerdocio real por el Bautismo y configurados más profundamente con Cristo por la Confirmación, participan por medio de la Eucaristía con toda la comunidad en el Sacrificio mismo del Señor” (CIC 1322).

 

Guión litúrgico y esquema de la Solemnidad del Corpus Christi-ciclo C.

 

 
 
 


 

SOLEMNIDAD DEL CORPUS CHRISTI-CICLO C.

 

 

 

MONICIÓN DE ENTRADA:

 

Celebramos hoy el día del Corpus Christi, el día de la Caridad.

  La fiesta del Cuerpo y la Sangre de Cristo está puesta por la Iglesia para honrar la presencia real de Jesucristo en la eucaristía. Por tanto, el mejor modo de celebrarla es con la Santa Misa.

   La celebración de la Eucaristía entraña asimismo una invitación a todos los hambrientos, enfermos y pobres de la tierra. Dios prepara un banquete para que nadie se sienta excluido.

Que esta celebración nos lleve a todos los que estamos aquí a vivir la hermandad y el compromiso de compartir nuestros panes y nuestros bienes. Recordamos que SOMOS LO QUE DAMOS. SOMOS AMOR. 

 

MONICIÓN A LA PRIMERA LECTURA (Gn 14,1.18-20):      

En el pan y el vino ofrecido por el sacerdote Melquisedec, la Iglesia ve un anuncio de la Eucaristía. Escuchemos atentamente este antiguo relato.

MONICIÓN A LA SEGUNDA LECTURA (1 Cor 11,23-26)

   Volvemos a leer hoy la lectura que se proclamó en la misa de la Cena del Señor, el Jueves Santo: San Pablo nos narra la institución de la Eucaristía.

MONICIÓN AL EVANGELIO (Lc 8,11b-17)    

  Escuchemos ahora un evangelio bien conocido: Jesús alimenta a una multitud de personas. Un evangelio que nos ayuda a entender mejor la celebración de hoy.

PETICIONES:  

1.- Por la Iglesia entera, por el Papa Francisco, por nuestro obispo Demetrio. Roguemos al Señor.

2.- Por los que, en cualquier lugar del mundo, aún no conocen a Jesucristo. Roguemos al Señor.

3.- Por los que se preparan para el sacerdocio y para la vida religiosa. Roguemos al Señor.

4.- Por las Organizaciones Internacionales y los responsables gubernamentales, para que se empeñen decididamente en la lucha contra la pobreza y la exclusión social.  Roguemos al Señor.

5.- Por los jóvenes que buscan trabajo y no lo encuentran, y por los que tienen que   trabajar en condiciones precarias y poco dignas. Roguemos al Señor.

6.- Por todos los pobres y excluidos de la sociedad, para que encuentren siempre acogida y oportunidades de promoción humana.    Roguemos al Señor.

7.- Por nuestras Cáritas Parroquiales, para que, en nuestra Diócesis, anuncien con palabras y gestos el Amor que de Dios han recibido, vivan con el corazón puesto en Dios y al servicio de los hermanos más necesitados. Roguemos al Señor.

8.- Por nosotros, y por todos los que se acercarán a la mesa del Señor para alimentarse      del pan de la vida. Roguemos al Señor.

9.- Por nosotros, para que, comulgando a Cristo, vida nuestra, comulguemos también con los hermanos, especialmente con aquellos que sufren la pobreza. Roguemos al Señor.

MONICIÓN A LAS OFRENDAS:

 Junto al pan y al vino, ofrecemos al Señor los dones que de Él hemos recibido, con el deseo de que nos colme de un amor atento a las necesidades y sufrimientos de los hermanos. 

Compartimos también nuestros bienes materiales que, en la colecta de hoy, se destinarán a Cáritas Diocesana a favor de los más desfavorecidos. Seamos generosos con nuestro donativo para ayudar a paliar la pobreza que sufren familias de nuestra Diócesis.

               

PADRE NUESTRO

  He llamado a tu puerta, Señor, y queremos decirte PADRE NUESTRO.

   Padre Nuestro, Padre de Jesús, tu enviado; Padre de todas las personas. Padre de los que ignoran; Padre de los que te combaten; Padre de todos, desde la aurora de los tiempos hasta su terminación.

QUEREMOS DECIRTE CON JESÚS LA ORACIÓN QUE NOS ENSEÑÓ.

MONICIÓN FINAL. 

Participar del Cuerpo de Cristo en la Eucaristía hace que nos convirtamos, también nosotros, con nuestra vida en testimonio de entrega y caridad. Anunciemos las maravillas que el amor de Dios hace en nuestras vidas. 

Hacemos ahora breve procesión con la Custodia por el Templo hasta el Sagrario, resaltando la presencia real de Cristo en la Eucaristía y la invitación que nos hace a ser presencia de Cristo para con los demás, especialmente los más necesitados. 

Pautas de la Homilía.

INICIO. 

1.- Celebramos hoy el domingo del Corpus Christi, la fiesta de la presencia real de Jesús en la Eucaristía y en sagrario.

2.-Cada Eucaristía es una prolongación de la entrega de Cristo por cada uno de nosotros, una prolongación del Misterio de la Encarnación.

3.-Cada Eucaristía hay que enmarcarla en el dinamismo del amor de Dios, o como dicen los místicos: Cada Eucaristía es una locura de amor.

4.-La Eucaristía es el cúlmen de la vida cristiana. El lema de este año es «SOMOS LO QUE DAMOS. SOMOS AMOR». 

DESARROLLO:

1.-Hemos leído en la primera lectura un trozo del libro del Génesis, del ciclo de Abrahám:

*El relato de la ofrenda de Melquisedec, rey de Salem, y de la bendición sobre Abrahám, , ha sido muy utilizado por la tradición cristiana.

*La tradición cristina ha considerado estos datos como la afirmación de que Dios llamaba al hombre a entablar con él una relación más fundamental y más pura que la engendrada por el judaísmo y por su culto.

*La tradición cristiana ha usado este pasaje para subrayar la profundidad alcanzada por la Eucaristía, algo que ni siquiera podía presentir o sospechar el Judaísmo.

2.-En la lectura segunda, San Pablo se dirige a los cristianos de Corinto, y de las habla acerca de las comidas fraternas y la celebración de la Eucaristía:

*Les amonesta porque su comida fraterna, el “ágape” que les reunía antes de la Cena del Señor, la Eucaristía, no manifestaba el amor sino la división.

*Las comidas que ellos realizaban entraba en contradicción total con el significado de la Eucaristía que Pablo les había transmitido, y que había recibido de la tradición apostólica.

*En la Eucaristía, Jesucristo, el Señor, se ha entregado totalmente a favor de sus hermanos y anunciaba la llegada de un mundo nuevo en el que la unidad de los hombres sería el preludio de su triunfo definitivo.

3.-El Evangelio de San Lucas, nos presenta una página evocadora con gran significado eucarístico: la multiplicación de los panes y los peces.

 vincula la fiesta pascual, donde se sacrifico el cordero, con el único sacrificio de Cristo:

*La multiplicación de los panes y los peces es un anuncio de la Eucaristía y del banquete eucarístico. San Lucas hace revivir conscientemente en la multiplicación de los panes los gestos de Jesús al instituir la Eucaristía (“tomó los panes, alzó los ojos al cielo, los bendijo, los partió y los dio a sus discípulos”

*El pan y los peces repartidos por Jesús a una multitud hambrienta nos recuerdan que él era el Mesías. En la Biblia se dice que el Mesías daría de comer y quitaría el hambre de los hombres.

*Dios quiere contar con nosotros: “Dadle vosotros de comer”. Toda Eucaristía es exigencia de comunión con los hermanos, especialmente con los que sufren. Por esta misma razón, hoy es el día de la Caridad.

*Recordemos que la Eucaristía no es simplemente un recuerdo de un acontecimiento que aconteció hace mucho tiempo en una noche del Jueves Santo. La Eucaristía es memorial que renueva permanentemente, en claves de amor, la entrega sacrificial del mismo Cristo.

*El lema de Cáritas para esta campaña es “Un corazón que ve y que ama. Corpus Christi: día de la Caridad”.

*Cáritas nos invita a los que venimos a la Eucaristía a tres exigencias, que son esenciales: servir a los demás frente a la exclusión social y situaciones de soledad, compartir nuestros bienes y nuestras cualidades para potenciar la comunión, e integrar a los otros rompiendo los muros que dificultan la integración.

*Para celebrar de manera consciente, piadosa y activa la Eucaristía necesitamos tener los sentimientos del mismo Cristo.

FINAL:

1.-Pidamos a Dios que nos ayude a revitalizar la Eucaristía en nuestro vida cristiana, reconociendo que ella es el cúlmen y fuente de nuestra fe.

2.-Reconozcamos que todos los ministerios y obras de apostolado, las actividades de Cáritas y toda la vida de la Iglesia, brotan de ella y tienden a ella como a su fin. 

3.-Aprendamos a vivir la íntima unión de María con su Hijo, sabiendo que Ella fue el primer sagrario y nos invita a contemplar a Dios en el misterio Eucarístico y en el rostro del Necesitado. 

  

 

 

 

 

 

 

 

 

 





 
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